Encontrarte
Otra vez en tu forma conocida,
casi perfecta
de modo de muerte,
encajas tu daga en mi cuerpo,
como asesinando mi mente,
dando vida entonces a lo que ya no es,
¡como si la quisiera dejar escapar!
en realidad no se va
a mi me pertenece,
no puede irse es mi cuerpo la vaina de la que no debió salir jamás.
Es ese rincón de piedra,
lugar donde no me interesa,
ser mas un cuerpo vacío.
Ese rincón de la tierra,
el espacio lejano de la muerte
donde los pies no se bañan en el mar.
Mar suena, soledad
Y sabe a llanto.
Hoy descanso en tu arena y entre tu bosque
para no darme cuenta
que es aquí, donde yo llené
esta el mar.
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